jueves, 10 de septiembre de 2015

La mierda en mí

No sabía bien como empezar a relatar esto, si de atrás hacia adelante o al revés. Así que solo voy a explicar como me siento y explicar el por qué.  Así, sin más. Sin nada de literatura o poesía, solamente vomitar lo que siento.
  Físicamente cada vez me vuelvo más débil, no por mi alimentación vegana, si no porque la mente causa estragos en mi y en mi cuerpo. No duermo casi nunca y cada vez que voy a lo de mi novio y me despido con un "que descanses" cuando recibo la respuesta "igualmente" pienso... "Ja! Como si pudiera" cada reclamo o problema me desorbita, me saca del eje o de donde estaba para. Cada vez me alejo más de lo que es mi objetivo y me dejo alejar porque soy débil. Porque me siento como un feto suelto en bílis de maldad y desgracia, porque me siento así y sé que me lo merezco. Cada mínima cosa y cada reacción mía, me autodestruyo con la ira y la tristeza. me autodestruyo por dentro hasta que tenga que hacerlo por fuera y Voilá, cada vez estoy más cerca de hacerlo. Al principio solo era pensar " ya fue, me corto, como siempre" pero luego recuerdo que el motivo para dejar de cortarme fue que eso no callaban mis gritos, no me expresaba. Hoy solo quiero golpearme contra una pared y destruírme, tal como se aplasta a una desgraciada cucaracha, hoy quiero ser esa miserable cucaracha sin patas, para no poder escapar, para poder gritar de una vez por todas y desde lo más profundo de mi alma. El último grito, el grito más deseado. ¿Después de eso? Muerte.
  Es díficil explicar el cóctel de emociones que me asechan al pasar los días, es como si tuviese a otra persona dentro mío que quiere salir y destrozar todo aquello por lo que luché. No soy inmune a mi y menos a mis emociones. Porque en su momento abrí esa barrera arriesgandome a caer nuevamente en la mierda y sabiendo aún así que esa barrera no iba a poder cerrarse cuando caiga. Que me iba a tener que joder. Y acá estoy, jodiéndome.
 Es todo mi culpa, mi puta y jodida culpa. Porque soy todo aquello que no quería ser, por como trato a mis hermanos o a mis padres, por como trato a mi novio y a su familia. Por como traté a Lily en su momento y como trato a mis amigas. Por mi terror y pánico al compromiso y por la irresponsabilidad que eso conlleva. Porque soy una persona que no se deja ser, a pesar de pregonar la paz.
 Porque el odio recorre en mis venas y me vuelvo un monstruo que corta cabezas y destroza a todos los que la rodean. Sólo por placer. Que se jodan, pienso y al minuto siguiente lloro por pensar eso.
 Hoy me prendo fuego y me muerdo la lengua tan fuerte que la hago picadillo de carne. Ni escribir me calma, ni estar con él.
 ¿Sabes qué se siente ser un fenómeno? Es como ser una pieza de rompecabezas que no encaja en ningún lado, porque en todos lados refleja aquello que todos quieren escuchar. Que si estoy bien y que si me pueden ayudar. Son todos así.
 Sólo hay que darles lo que piden, hay que hacer la gracia que se espera del mono. Todos intentan ayudar o ayudarse y sentirse mejor consigo mismos. Yo les doy el gusto. Soy esa falla que quieren arreglar y que creen que pueden. Pero no, nadie puede arreglarme más que mi misma.
 Sólo basta con demostrar que estoy bien, con decir bromas y hablar de eso que todos evitan. Con mostrar una sonrisa en el rostro y reír. Aunque no sea verdad, aunque sea teatro. Se quedan tranquilos y prefiero eso, antes que estén encima mío y me molesten.
  Todos tenemos problemas y sé que en realidad a nadie le importa escuchar al otro, si no escuchar el eco de sus palabras en el otro. Y con eso, duermen felices en sus camas. No importa que no sea verdad lo que escuchan, y, aunque lo sospechen, prefieren no pensar en esa posibilidad. Porque los mueve de su eje.
 ¿Sabes qué se siente estar loco? Es esa bendición y maldición que te agobia y alivia. Como cuando el fuego quema y sentís frío. O cuando el hielo enfría y sentís que quema. Pero que jamás se te cruza quitar la mano de ahí, ni por un segundo. Porque te alivia, pero te destroza.
 Es llevar miles de cruces clavadas en la espalda y arrastrase desnudo por un camino de vidrios. Pero gozar cada raspón, cada cortadura. Porque sabes que en tu interior algo peor.
  Escuchar el parloteo y callar. Pensar: Nada me llena, nada me vacía.
 Soy una loca de mierda.

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