¡Que placer inmenso! Tengo cada
músculo de mi cuerpo en un estado de relajación inusual. No siento
mi cuerpo a pesar de saber que está allí, sin embargo, no me
molesta en absoluto. Me gusta que mi cuerpo no se interponga en mis
pensamientos, como cuando estás en la profundidad de tus ideas y de
pronto estornudás. El estar completamente relajada me permite
analizar con detenimiento ciertos ítem de la vida cotidiana y el
devenir.
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