lunes, 20 de noviembre de 2017

Tóxico

Yo fui una promesa hecha, en el momento justo de auge.
Me hiciste una mejor persona para después matarme.
Y no puedo evitarlo, es en vano tu amor.

¿Qué te costaba tratarme como algo que no sea mierda? Cuando me tenías en tus manos.
¿Qué te costaba sólo amarme por lo que yo era? Si no quería otra cosa, que despertar y verte a mi lado.

Me hiciste sentir que no era nada, para encargarte de salvarme después.
Me presionaste, me presionaste hasta romperme.

Pero ahora, soy una nueva persona, ahora soy una mejor persona.
Fui hecha por mí para perder todas las batallas con el fracaso. Y aprender.
Y aprender a amarme otra vez.

Yo fui una promesa en tu boca, una promesa de amor. Que no se concretó.
¿Cómo me podías decir que crea en vos? ¿A qué ojos miro ahora si quiero creer en el amor?
Porque tus ojos ya no brillan como antes. Porque no me reflejan como antes. Y no quiero verme ahí.

Oh niña pequeña. Pusiste en hechos tus cuentos de fantasía. Y esos cuentos rotos te mutilaron.
Ahora sos un pájaro herido, que no para. Nunca te detengas. En esas ramas, en esos árboles.

¿Qué preferís que haga? Que te haga perderte o perderme a mí.
¿Qué arriesgarías por tu amor? Que me juraste con un pedazo de tu alma.
No quiero jugar juegos de azar. 50 y 50 parece un juego, de los que les gusta perder.

No quiero un amor salvaje, ni tampoco alguien que me cambie.
Quiero reencontrarme. Quiero salvarme. Antes de que me consumas.


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