viernes, 22 de marzo de 2013

La niña de plástico - Eliana Juarez.






Hola mis queridos lectores! (si es que alguien lee esto)

Es tiempo de dar a conocer cuentos. Cosas que se me ocurren, historias, fábulas y esas cosas. La primera que voy a subir es 'La niña de plastico', no voy a poner una crítica porque cortaría la comunicación de la obra literaria. Así que, los dejo que juzguen por sí mismos...

LA NIÑA DE PLÁSTICO

-Touché
Escuchaba otra vez la niña de plastico, siempre perdía, no le gustaba el esgrima. Su padre de tela le decía que debía saber cómo defenderse, y ante cualquier personaje de variado material, el esgrima era la defensa apropiada, puesto que el espadín atravezaba la mayoría de los objetos con los que estaban hechos los habitantes del pueblo. 
¿Por qué cada uno de los vecinos debía saber esgrima? 
- Cada vecino sabe como defenderse a tal o cual situación y el esgrima, te ayuda a concentrarte y visualizar bien el objetivo. Saber escapar del ataque enemigo y entrelazar un camino imaginario para tocar al rival. Es un lindo hobbie, también… 
Le seguía explicando la madre de vidrio cada vez que María, la niña de plástico, preguntaba.
Aunque le diera una explicación, o algún motivo en particular, ella sabía que no servía de nada saber esgrima. Cada material era atravezado por el arma pero no lastimaba realmente. El cartón, el papel y demás materiales humildes no se rompen si los pasas de lado a lado con una aguja. Con ellos, es inútil. Y con los de demás materiales también ¿Cómo un espadín iba a traspasar vidrio?¿ O hierro? 
María no le veía el sentido, pensaba que la gente era tonta por seguir algo tan ciegamente. Sin siquiera haberse preguntado alguna vez si eso les servía realmente de algo, y si lo hacía… ¿Les llenaba el espíritu? 

“El pueblo está loco” pensaba María. 
“María está loca” pensaba todo el puebo. Porque simplemente María había cuestionado lo que ningún otro habitante de la ciudad había pensado siquiera en animarse a hacer cosa semejante. 
María la rara.
María la distinta.
María la enemiga. 
María, la que no sabe esgrima. 

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