Es complejo decir con palabras la cantidad de amor que
siento por Mario. Es realmente insoportable tratar de decir con palabras lo que
no se le asemeja ni un poco. Es muchísimo más que la palabra universo, mayor
que la palabra monumental. Se aleja bastante de la palabra infinito.
Es como caer al vacío, cuando estás en
el borde del abismo sentís como todo se va al carajo… Sube, muy alto tan alto
que asusta. Pero después caes, y mientras caes te envuelve una emoción de
locura mezclada con fascinación, es poder y peligro, es levedad y pánico,
libertad y revolución, el tiempo deja de existir pero uno no deja de caer.
Mágicamente te parece nunca llegar al piso, pero tarde o temprano ese estado de
drogadicción desaparece de un golpazo tremendo y ahí es cuando se ve que tipo
de persona sos.
Particularmente soy muy recia en estas cosas, no me
gusta la cursilería, no me gusta el rosa, ni los corazoncitos, ni los bombones
en cajas rosas con moños, ni osos de peluche, ni globos, ni cartas, ni ninguna
de esas cosas melosas.
Sin embargo, estando enamorada puedo decir que las amo,
bueno… Exagero. No las amo, algunas de esas aún me parecen desagradables, pero
las cartas por ejemplo son algo que disfruto hacer. Los peluches me encantan y
los globos me hacen feliz. Pero eso no cambió porque yo esté enamorada… ¿O sí?
No, creo que no. Yo en realidad cambié mi estado de
ánimo y algunas cosas, pero nunca dejé de ser quien era. Nadie puede cambiarme,
ni estando enamorada, como triste, como súper feliz. Nadie tiene ese poder, excepto
yo.
Si yo me dejo cambiar, ahí es otro tema aparte.
Mario jamás me
cambió, porque yo no lo permití. ¡Ojo! No estoy diciendo que Mario haya querido
cambiarme, no, no y no. Para nada.
Desde que Mario me enamoró, no sé como habrá hecho…
Pero desde que sucedió me volví más sensible, también más histérica, celosa,
mandona, caprichosa, estúpida y sí, lo admito. Aunque no significa que esté
orgullosa de ello, lo de histérica me parece repugnante, lo de celosa nos hace
mal a los dos, lo de mandona me parece grotesco, lo de caprichosa me da asco,
lo de estúpida me da un auto-desprecio que no sé como describir. No, no me
gusta ser así de psicópata revisarle el perfil de la red social cada 3
segundos, ver todas sus fotos, si alguien le pregunta algo en el muro ir y
averiguar quién es, dónde vive, cómo es, qué quiere. Soy muy obsesiva y
posesiva.
Pero… ¿Cómo dejar de ser así? ¿Cómo? Si alguno de
ustedes lo sabe, realmente díganme porque yo no sé cómo.
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