Y de pronto, ya no existo. Siento que el mundo se ha detenido por completo, me inunda la desesperación, vuelvo al insoportable peso que me agobia en cada parte de mis huesos, órganos y músculos. Siento que caigo por la gravedad. Me aplasto contra el suelo y me siento tan densa.
Sensaciones detestables... Puedo imaginarme la razón que las produce, pero ya no quiero escribir. Me siento egoísta por querer guardarmelo todo para mi. Necesito de mis luchas internas, de mis secretos. Pero no tengo ninguno, ni deseo crearlos. Solo quiero sostenerlos y que sean impenetrables.
Incertidumbre, muchísima incertidumbre... ¿Por qué leer un libro me causa tantas sensaciones extrañas? Sensaciones completamente ajenas a mi, o no tan ajenas.
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