Hoy me invadió
Se metió en mi pecho
Presionaba demasiado
Terminé con la cabeza en blanco
Y las manos débiles
Con el coraje arriba
Y la tristeza en mis ojos
Me insisitó en volver
Como si nada
Como si no me afectaran sus palabras
Como si todo también
Por eso te amaba
Porque solías despertar todos mis sentidos
y lograbas el debate y la reflexión en mi interior
Hoy sé que era la manera
en que tus parásitos
me comían por dentro
Así que estoy clausurada
no apta para personas
ganándome mis alas
sábado, 28 de julio de 2018
viernes, 27 de julio de 2018
lunes, 25 de junio de 2018
¿Cómo no lo vi antes?
Las cosas internas, los mambos... Siempre creí que escribir me liberaba de esas cosas. Que así cuando se me ocurría una excelente idea, una vez escrita, se volcaba como una especie de botella con contenido.
Me tragué esa mierda. Y eso dificultó mi visión, mi poder de reflexión.
Aún cuando escriba lo que escriba, eso sale a flote por algo en la escritura. Escribir no hace que cambie mi realidad, pero mi inconsciente claramente está gritando algo que no había podido ver hasta ahora.
Llevo conmigo esos textos tan profundamente marcados como cuando no los escribo.
Y aún no sé que hacer con eso.
Las cosas internas, los mambos... Siempre creí que escribir me liberaba de esas cosas. Que así cuando se me ocurría una excelente idea, una vez escrita, se volcaba como una especie de botella con contenido.
Me tragué esa mierda. Y eso dificultó mi visión, mi poder de reflexión.
Aún cuando escriba lo que escriba, eso sale a flote por algo en la escritura. Escribir no hace que cambie mi realidad, pero mi inconsciente claramente está gritando algo que no había podido ver hasta ahora.
Llevo conmigo esos textos tan profundamente marcados como cuando no los escribo.
Y aún no sé que hacer con eso.
domingo, 24 de junio de 2018
Para tu deleite.
Te entiendo.
Entiendo tu dolor.
Entiendo tu negación.
Entiendo muchas cosas que te pasan y que estás callando.
Entiendo esas ganas de dejar de existir para no molestar ni preocupar.
Entiendo tu soledad y tus ansias de ya no estarlo.
Entiendo cuando pensás que no se puede confiar en nadie, y con esperanza en el pecho, volves a empezar otra historia. También entiendo lo que se siente que te rompan una y otra vez.
Que nadie te escuche. Y no querer realmente que te escuchen ni que te entiendan, porque primero querés entender vos. Antes de que alguien más diga qué te pasa.
Entiendo tu rechazo al mundo real. Tu apego al virtual y la fantasía.
Sé lo que se siente querer gritar para que el sonido de tus gritos sean más fuertes que tu dolor. Comprendo lo que es que tu alma se desangre día tras día y que nada de lo que hagas cambie esa realidad.
Y sé que nos pasa a todos.
Y que eso no lo hace menos terrible o menos sentido. Si no más invisible.
Entiendo cuando te responden intentando ayudarte, pero confrontandote y vos callas.
Pero hablás con la mirada dolida.
Entiendo tu aislamiento. Y tus ganas de no salir al mundo.
Entiendo tus llantos ahogados.
Tu necesidad de ser escuchado.
Tu capacidad de callar lo que te pasa por años.
Tus ganas de llorar y decir que es injusto.
Pero no hacerlo porque hay que ser agradecido. Y no querés ser grosero.
Entiendo tu lucha interna. Y tus cambios de humor.
Y tus ganas de ya no ser una molestia para nadie.
¿Y sabes por qué entiendo todo esto?
Porque yo también me siento así.
Y también estuve al borde de ese abismo.
Y como vos lloré sangre y me partí en dos.
Y así, con esa mirada, quebrada, yo también caminaba y buscaba un poco de aliento en los demás.
También busqué amor en los brazos de alguien que no tenía idea del mundo que yo llevaba dentro.
También quise ser ese ángel que no tuve, salvando a alguien de esos miles de demonios. Mientras que en mi propia habitación los fantasmas no dejaban de aparecer, ni las voces dejaban de decirme lo estúpida e inservible que era.
Pero el dolor no es por siempre.
Sé que parece que jamás cesará y que tus heridas son estigmas de tus experiencias.
Pero las lágrimas un día ya no caen. Y no porque tengas la garganta seca y el dolor continúe. Si no porque un día, ya no duele tanto.
Y esas heridas se van cerrando. Aún cuando insistas en que son tuyas y no las quieras ir.
No. No son vos. Esas heridas, esas lágrimas, ese dolor.
No sos vos.
NO es tu identidad.
Liberate.
Llorá lo que tengas que llorar.
Aislate lo que necesites aislarte.
Gritá, pataleá, quejate.
Pero no para siempre.
Salvate.
Porque a veces los tóxicos somos nosotros mismos.
Salvate.
No te consumas a vos mismo.
Vales mucho más.
Tenes esas alas. Usalas.
Volá.
Pero volá bailando y mostrando tu esplendor.
Porque eso que sos.
Sos esa libertad de ser.
De caerte de vez en cuando.
De romperte y arreglarte, para tu deleite.
Sé. Dejate ser.
Entiendo tu dolor.
Entiendo tu negación.
Entiendo muchas cosas que te pasan y que estás callando.
Entiendo esas ganas de dejar de existir para no molestar ni preocupar.
Entiendo tu soledad y tus ansias de ya no estarlo.
Entiendo cuando pensás que no se puede confiar en nadie, y con esperanza en el pecho, volves a empezar otra historia. También entiendo lo que se siente que te rompan una y otra vez.
Que nadie te escuche. Y no querer realmente que te escuchen ni que te entiendan, porque primero querés entender vos. Antes de que alguien más diga qué te pasa.
Entiendo tu rechazo al mundo real. Tu apego al virtual y la fantasía.
Sé lo que se siente querer gritar para que el sonido de tus gritos sean más fuertes que tu dolor. Comprendo lo que es que tu alma se desangre día tras día y que nada de lo que hagas cambie esa realidad.
Y sé que nos pasa a todos.
Y que eso no lo hace menos terrible o menos sentido. Si no más invisible.
Entiendo cuando te responden intentando ayudarte, pero confrontandote y vos callas.
Pero hablás con la mirada dolida.
Entiendo tu aislamiento. Y tus ganas de no salir al mundo.
Entiendo tus llantos ahogados.
Tu necesidad de ser escuchado.
Tu capacidad de callar lo que te pasa por años.
Tus ganas de llorar y decir que es injusto.
Pero no hacerlo porque hay que ser agradecido. Y no querés ser grosero.
Entiendo tu lucha interna. Y tus cambios de humor.
Y tus ganas de ya no ser una molestia para nadie.
¿Y sabes por qué entiendo todo esto?
Porque yo también me siento así.
Y también estuve al borde de ese abismo.
Y como vos lloré sangre y me partí en dos.
Y así, con esa mirada, quebrada, yo también caminaba y buscaba un poco de aliento en los demás.
También busqué amor en los brazos de alguien que no tenía idea del mundo que yo llevaba dentro.
También quise ser ese ángel que no tuve, salvando a alguien de esos miles de demonios. Mientras que en mi propia habitación los fantasmas no dejaban de aparecer, ni las voces dejaban de decirme lo estúpida e inservible que era.
Pero el dolor no es por siempre.
Sé que parece que jamás cesará y que tus heridas son estigmas de tus experiencias.
Pero las lágrimas un día ya no caen. Y no porque tengas la garganta seca y el dolor continúe. Si no porque un día, ya no duele tanto.
Y esas heridas se van cerrando. Aún cuando insistas en que son tuyas y no las quieras ir.
No. No son vos. Esas heridas, esas lágrimas, ese dolor.
No sos vos.
NO es tu identidad.
Liberate.
Llorá lo que tengas que llorar.
Aislate lo que necesites aislarte.
Gritá, pataleá, quejate.
Pero no para siempre.
Salvate.
Porque a veces los tóxicos somos nosotros mismos.
Salvate.
No te consumas a vos mismo.
Vales mucho más.
Tenes esas alas. Usalas.
Volá.
Pero volá bailando y mostrando tu esplendor.
Porque eso que sos.
Sos esa libertad de ser.
De caerte de vez en cuando.
De romperte y arreglarte, para tu deleite.
Sé. Dejate ser.
martes, 19 de junio de 2018
Me duele la cabeza. Esto no puede estar pasando. No paro de llorar, no dejan de irse. Tengo el alma partida.
Se recupera un poquito y se parte, y se abre el doble.
Te voy a extrañar amiga. Muchísimo. Y desde lo más profundo de mi corazón, quiero que estés tranquila.
Eras mi lumos, eras muy fuerte y humilde. Lo cierto es que personas como vos jamás se olvidan.
Hoy mis lágrimas son por vos. Pero jamás faltarán esas risas.
Se recupera un poquito y se parte, y se abre el doble.
Te voy a extrañar amiga. Muchísimo. Y desde lo más profundo de mi corazón, quiero que estés tranquila.
Eras mi lumos, eras muy fuerte y humilde. Lo cierto es que personas como vos jamás se olvidan.
Hoy mis lágrimas son por vos. Pero jamás faltarán esas risas.
miércoles, 13 de junio de 2018
When winter starts
Me convertí en montaña rusa
aquella donde tu energía la eleva
y donde se caen tus excusas.
Me convertí en objeto
De placeres y usos
de juegos y abusos.
Soy aquello que cae en el vacío
y se pierde
y se rompe
y desaparece.
Sé que a veces buscas mi encuentro,
se que desesperado lloras ante mi ausencia.
Creeme, hago bien en escaparme,
haces bien en no encontrarme.
Hacemos bien,
cuando nos perdemos de nosotros mismos.
Cuando el invierno empiece,
y las lágrimas se congelen.
Cuando los árboles se desnuden,
será ante la inmensa tristeza.
Y esperanzados, creemos.
Que algún día llegará la primavera.
Y abrumados, sabemos.
Que son todas promesas.
Que no son verdaderas.
Si existía la magia, hoy ya no está.
Y me pega un cachetazo la realidad,
un golpe que arde y escuece.
Y me trago mis lágrimas.
No me sorprende este vacío,
no me toma virgen.
Preparo un café y me siento frente a él,
a vislumbrar el caos.
Soy aquello que cae en el todo
y se pierde
y se rompe
y desaparece.
Sé que a veces buscas mi encuentro,
pero no vamos a encontrarnos.
Creeme, hacemos bien en escaparnos,
hago bien en olvidarte.
Y convertirme en nada,
para algún día ser promesa de mí misma.
aquella donde tu energía la eleva
y donde se caen tus excusas.
Me convertí en objeto
De placeres y usos
de juegos y abusos.
Soy aquello que cae en el vacío
y se pierde
y se rompe
y desaparece.
Sé que a veces buscas mi encuentro,
se que desesperado lloras ante mi ausencia.
Creeme, hago bien en escaparme,
haces bien en no encontrarme.
Hacemos bien,
cuando nos perdemos de nosotros mismos.
Cuando el invierno empiece,
y las lágrimas se congelen.
Cuando los árboles se desnuden,
será ante la inmensa tristeza.
Y esperanzados, creemos.
Que algún día llegará la primavera.
Y abrumados, sabemos.
Que son todas promesas.
Que no son verdaderas.
Si existía la magia, hoy ya no está.
Y me pega un cachetazo la realidad,
un golpe que arde y escuece.
Y me trago mis lágrimas.
No me sorprende este vacío,
no me toma virgen.
Preparo un café y me siento frente a él,
a vislumbrar el caos.
Soy aquello que cae en el todo
y se pierde
y se rompe
y desaparece.
Sé que a veces buscas mi encuentro,
pero no vamos a encontrarnos.
Creeme, hacemos bien en escaparnos,
hago bien en olvidarte.
Y convertirme en nada,
para algún día ser promesa de mí misma.
martes, 22 de mayo de 2018
Pirómanos
Reposaba entre el calor de mis sábanas y la respiración agitada que provocó tu recuerdo entre mis muslos.
Me sabía a gloria el placer exclusivo de percibir ese tacto de tu mirada. Y mi piel reaccionaba al aparecerse esa imagen en mi mente.
Te sentía lejos y quemaba. Cerraba los ojos y me imaginaba en tu cama. Te imaginaba. Demasiado lejos a mi lado y encima mío. Y de pronto tan cerca que podrías haber tocado un pedacito de mi nirvana.
Hoy busco como loca desesperada una parte tuya en mis recuerdos. Aquellas imágenes que se deslizan en mis hombros como una promesa de lo que fue y aquello que podría ser.
Quiero beber de esas gotas de éxtasis, inyectarme en las venas ese agarre y guardar en mi piel el sello de cada embestida.
Tomar con tu permiso aquellos matices que dibujan tus músculos al contraerse ante mis gemidos.
Guardar en mi placer aquel sonido que culmina en toda tu intimidad.
Romper mil mundos sólo con vibraciones de nuestras gargantas.
Y hacer un trueque, con la magia y la bulgaridad. Y dejarse llevar por el baile de tu pelo cuando recae sobre mi rostro.
Deleitar juntos cada rayo de sol, cuando me ofreces una taza con café en el desayuno. Y cada enfoque de la noche, cuando juntos, descansamos uno en el otro. Consolando el vacío. Previo al ardor de tu ausencia en lo cotidiano.
El mismo que hayo en mis sollozos cuando te escribo. Y en este momento, cuando tus recuerdos se escapan y juegan. Y me hacen cosquillas en pecho, en los pechos y el abdomen. Y finalizan su recorrido abrasando mis piernas.
Me sabía a gloria el placer exclusivo de percibir ese tacto de tu mirada. Y mi piel reaccionaba al aparecerse esa imagen en mi mente.
Te sentía lejos y quemaba. Cerraba los ojos y me imaginaba en tu cama. Te imaginaba. Demasiado lejos a mi lado y encima mío. Y de pronto tan cerca que podrías haber tocado un pedacito de mi nirvana.
Hoy busco como loca desesperada una parte tuya en mis recuerdos. Aquellas imágenes que se deslizan en mis hombros como una promesa de lo que fue y aquello que podría ser.
Quiero beber de esas gotas de éxtasis, inyectarme en las venas ese agarre y guardar en mi piel el sello de cada embestida.
Tomar con tu permiso aquellos matices que dibujan tus músculos al contraerse ante mis gemidos.
Guardar en mi placer aquel sonido que culmina en toda tu intimidad.
Romper mil mundos sólo con vibraciones de nuestras gargantas.
Y hacer un trueque, con la magia y la bulgaridad. Y dejarse llevar por el baile de tu pelo cuando recae sobre mi rostro.
Deleitar juntos cada rayo de sol, cuando me ofreces una taza con café en el desayuno. Y cada enfoque de la noche, cuando juntos, descansamos uno en el otro. Consolando el vacío. Previo al ardor de tu ausencia en lo cotidiano.
El mismo que hayo en mis sollozos cuando te escribo. Y en este momento, cuando tus recuerdos se escapan y juegan. Y me hacen cosquillas en pecho, en los pechos y el abdomen. Y finalizan su recorrido abrasando mis piernas.
martes, 10 de abril de 2018
Angie, te suelto
Con Angie de fondo y habiendo tomado una buena taza de café, me dispuse a escribir mis pensamientos. Me interrumpió un gusto amargo. Una puntada en el pecho..."Angie, i still love you"
me recordaba que no estaba sola.
Otra vez había querido intentar algo con alguien y me había salido muy mal. La relación se destrozo como lo hace un objeto de cristal con el suelo. Aunque, aun así, me parecía percibir un dejo de lo fue.
Es como si esa persona jamas me hubiera dicho que no quería estar conmigo. Pero aun así, su accionar, sus infantilismos y su sorprendente manera de cambiar de postura cuando se lo enfrenta, me llevaban a tomar la desicion que había tomado. Y me hacia pensar que no me había equivocado. Yo ya no estaba para estas cosas. Ya me había cansado y procuraba seguir adelante como si nada hubiera pasado. Sanandome una vez mas. Tomando como ejemplo lo que alguna vez el dijo " Deja que sagre y sigue adelante" y es lo que pensaba hacer.
Tenia entre manos desarrollar otros aspectos de mi vida. Dedicarme a profesionalisarme con mis socios y determinar ese camino en mi vida. Invertir en mi, una vez mas, me parecía la mejor opción.
Ya no tenia ganas de gastar energía en una persona que quizás, solo quizás, no me aporte el apoyo que estaba buscando, o que no comparta la visión que estoy teniendo en cuanto a mis proyectos.
Necesitaba a alguien que me encendiera como una chispa, que si estaba en el suelo pudiera levantarme con dos simples palabras. Que entendiera sobre motivacion, liderazgo y conscientizacion.
En cambio, el, tenia otras preocupaciones en mente. Y no lo juzgo. Para nada lo juzgo. Puede tener lo que quiera en su cabeza. Lo que pueda y lo que pase.
Quizás no solo no estábamos destinados a estar juntos. Tal vez... Y espero que así sea, no sea nuestro momento.
Hoy puedo decir, que aunque duela, aunque me arda el pecho con su recuerdo y se me haga un nudo en la garganta por su ausencia. Hoy dejo que siga su camino.
me recordaba que no estaba sola.
Otra vez había querido intentar algo con alguien y me había salido muy mal. La relación se destrozo como lo hace un objeto de cristal con el suelo. Aunque, aun así, me parecía percibir un dejo de lo fue.
Es como si esa persona jamas me hubiera dicho que no quería estar conmigo. Pero aun así, su accionar, sus infantilismos y su sorprendente manera de cambiar de postura cuando se lo enfrenta, me llevaban a tomar la desicion que había tomado. Y me hacia pensar que no me había equivocado. Yo ya no estaba para estas cosas. Ya me había cansado y procuraba seguir adelante como si nada hubiera pasado. Sanandome una vez mas. Tomando como ejemplo lo que alguna vez el dijo " Deja que sagre y sigue adelante" y es lo que pensaba hacer.
Tenia entre manos desarrollar otros aspectos de mi vida. Dedicarme a profesionalisarme con mis socios y determinar ese camino en mi vida. Invertir en mi, una vez mas, me parecía la mejor opción.
Ya no tenia ganas de gastar energía en una persona que quizás, solo quizás, no me aporte el apoyo que estaba buscando, o que no comparta la visión que estoy teniendo en cuanto a mis proyectos.
Necesitaba a alguien que me encendiera como una chispa, que si estaba en el suelo pudiera levantarme con dos simples palabras. Que entendiera sobre motivacion, liderazgo y conscientizacion.
En cambio, el, tenia otras preocupaciones en mente. Y no lo juzgo. Para nada lo juzgo. Puede tener lo que quiera en su cabeza. Lo que pueda y lo que pase.
Quizás no solo no estábamos destinados a estar juntos. Tal vez... Y espero que así sea, no sea nuestro momento.
Hoy puedo decir, que aunque duela, aunque me arda el pecho con su recuerdo y se me haga un nudo en la garganta por su ausencia. Hoy dejo que siga su camino.
viernes, 16 de febrero de 2018
A tiempo
La comida tiene el mismo gusto que siempre.
Las horas pasan, se pierden.
Estoy en modo automático.
Siempre las mismas cuestiones, los mismos reclamos, la misma basura. SIEMPRE.
Hay que pasar página.
Antes de empalagarme. Antes de intoxicarme.
Las horas pasan, se pierden.
Estoy en modo automático.
Siempre las mismas cuestiones, los mismos reclamos, la misma basura. SIEMPRE.
Hay que pasar página.
Antes de empalagarme. Antes de intoxicarme.
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